Evgueni Kulikov, Secretario General de la confederación UTUR, Rusia
En Rusia, la situación relativa a la propagación del Coronavirus es una de las más difíciles en el mundo. A la fecha de 27 de mayo, hay más de 370.000 infectados y casi 4.000 fallecidos.
El sistema de salud, tras varios años de optimización, no estaba preparado para una epidemia de tal magnitud, pero la pronta actuación de las autoridades y la labor desinteresada del personal médico permitieron estabilizar la situación. Más de 142.000 mil personas infectadas se han recuperado.
En todo el país se están aplicando medidas de cuarentena, incluyendo el cese de actividades de las empresas e instituciones sociales y el autoaislamiento de los ciudadanos. Esas restricciones han tenido un impacto negativo en la economía y en las condiciones materiales de la población.
El Gobierno ha aprobado medidas para ir en ayuda de la población y de las empresas.
Las autoridades han decretado un subsidio mínimo de subsistencia para los desempleados (unos 180 dólares EEUU). Sin embargo, este subsidio sólo fue otorgado a personas que oficialmente perdieron su trabajo después del 1º de marzo de 2020.
Se aprobó una larga lista de medidas favorables a las pequeñas empresas – exención tributaria, pago a los empleados desde el presupuesto estatal, créditos blandos, prórroga de algunos pagos.
Al mismo tiempo, las medidas de apoyo se limitan estrictamente a los OKVED (Clasificadores Unificados de Actividades Económicas). El resultado es que no más del 12% de todos los empresarios individuales y pequeñas empresas han usufructuado de los beneficios. En otras palabras, la medida demostró ser ineficaz.
Desde los primeros días del «régimen de auto-confinamiento», el Presidente del país anunció pagos adicionales a los médicos, enfermeras y otros trabajadores que participan en el tratamiento de pacientes con infección viral, pero después de recibir el salario de abril en todo el país se reveló que la gente recibía pagos que muy a menudo no superaban los 60 – 80 dólares EEUU, cuestión que no se ajustaba a lo prometido. La situación se está rectificando gradualmente.
El Gobierno definió una lista de medidas para apoyar a las familias con hijos, que se convirtieron en las más eficaces de todas las medidas adoptadas.
Al mismo tiempo, las autoridades aplicaron fuertes medidas represivas contra la población y las empresas que violaban el régimen de «auto-confinamiento». El monto de las multas asciende a decenas de miles de rublos, monto que excede la cuantía del apoyo con el que pueden contar los ciudadanos.
Se aprobó una ley que transfiere al gobierno el derecho de regular las relaciones laborales y en caso de contradicción entre el Código Laboral y la decisión del gobierno, es la decisión del gobierno la que prevalece.
La norma fue rápidamente utilizada por la Asociación de Industriales y Empresarios, que propuso acelerar el proceso de despido por un factor de 4 (actualmente el anuncio de despido a los empleados excedentarios debe comunicarse con dos meses de antelación; la propuesta pide reducirla a dos semanas).
En consecuencia, la realidad muestra que las medidas gubernamentales en apoyo de la población y las empresas se han visto anuladas por la crisis económica y no han producido el resultado esperado. La situación no hace sino empeorar más y más.