Los inconstitucionales proyectos de ley relacionados con la seguridad (Proyectos de guerra) se promulgaron a las 2:00 de la mañana de hoy (19 de septiembre) después de haber sido adoptados precipitadamente en la Cámara de Consejeros. Aun cuando esto se dió en medio de la noche, un gran número de personas se reunieron ante el edificio de la Dieta para expresar su oposición a la votación. Las crecientes voces en contra de los proyectos de ley fueron ignoradas. La Confederación Nacional de Sindicatos (Zenroren) expresa indignación ante esta indignante actuación parlamentaria.
Los debates parlamentarios sobre el proyecto de ley sólo permitieron revelar los verdaderos objetivos de los proyectos de ley. Son las peores leyes en ser aprobadas en Japón ya que convierten al país de una nación pacifista en una nación belicista que interviene en guerras iniciadas por los Estados Unidos en cualquier parte del mundo. Al explicar cómo se justifica el uso del derecho a la legítima defensa colectiva, el primer ministro Shinzo ABE citó la posible participación de Japón en las operaciones de rastreo de minas en el estrecho de Ormuz. Pero se vio obligado a desdecirse, ya que se demostró que era un argumento sin fundamento. A pesar de haberse tumbado todos los argumentos a favor de los proyectos de ley, las leyes de guerra fueron adoptadas precipitadamente por la Dieta.
En la etapa final de las deliberaciones y de la votación, los ánimos de los diputados se caldearon por las irregularidades extremas en la conducción de la Dieta que incluso incluyó una situación de violencia y una restricción injustificable del tiempo de palabra. Esto equivale a un acto suicida de la Dieta. El gobierno de Abe y los partidos de la coalición gobernante se apresuraron a promulgar los proyectos de ley, incluso mediante el uso de métodos escandalosos al parecer porque tenían miedo después de ver las protestas masivas del fin de semana que surgieron en medio de una opinión pública cada vez más movilizada y la acción en contra de los proyectos de ley de guerra creciendo y porque ya no estaban dispuestos a dialogar más.
El hecho es que las voces y los movimientos de las gentes casi han arrinconado al gobierno y que, por otra parte, la promulgación de los proyectos de ley de guerra representa un acto gubernamental tendiente a destruir el constitucionalismo al cambiar arbitrariamente la interpretación constitucional que ha sido la aceptada por muchos años. El gobierno tomó esta medida con total desprecio de la opinión de la mayoría de la gente, un acto escandaloso de destrucción de la democracia.
Sería totalmente equivocado para la administración Abe pensar que logró llevar a cabo su programa. La opinión pública que siente profundamente la Constitución ha extendido rápidamente por todo el país su toma de conciencia. La ira de la gente sigue fuerte. Un gran número de personas, entre ellas muchos jóvenes y mujeres, que no se habían interesado por la política, han comenzado a levantar la voz contra los proyectos de ley de guerra y a formar protestas espontáneas.
Zenroren está decidida a obrar para contribuir a la cooperación entre amplios sectores de la población con el fin de (1) oponerse a la invocación de las leyes de guerra y a los preparativos de guerra, incluido el fortalecimiento de las bases militares; y (2) obligar al gabinete de Abe a dimitir lo antes posible para que podamos avanzar hacia la abolición de las leyes de guerra.
Está en juego la idiosincrasia misma del país. Vamos a hacer todo lo posible para que la sociedad japonesa pueda labrarse un brillante porvenir.