La industria de la construcción es uno de los sectores más importantes de la economía mundial, ya que desempeña un papel vital en el desarrollo socioeconómico de cada país, a través de la construcción de infraestructura y otras obras de desarrollo importantes.
Sin embargo, debido a la crisis capitalista mundial, el sector de la construcción sufre una contracción sin precedentes, que en algunos países se calcula hasta un 50%. Entonces, ¿quién está pagando el costo?
Miles de constructores y otros trabajadores en profesiones afines están condenados al desempleo de largo plazo, sin siquiera contar con un nivel elemental de protección. Más inquietante todavía es que esta situación continuará en el futuro, con consecuencias aún más graves para los trabajadores.
Por esta razón justamente debemos subrayar incesantemente que lo que se necesita es una resistencia organizada frente a este ataque del capital contra los derechos de los trabajadores, como también una definición clara de los pasos necesarios para erradicar todas las causas que lo generan.
Si este ataque frontal contra el sector que representamos y los intentos por traspasar las consecuencias de la crisis a las espaldas de los trabajadores no recibe una respuesta de parte del movimiento laboral organizado de clase, las consecuencias serán aún más trágicas.