Declaración de Adilson Araújo, Presidente de la CTB

Adilson Araújo, Presidente de la CTB

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Vivimos hoy en Brasil una situación política muy grave. Estamos frente a una ofensiva feroz golpista llevada a cabo por las fuerzas conservadoras, cuyos objetivos principales son la presidente Dilma Rousseff y el ex presidente Luiz Ingacio da Silva, el líder más popular de nuestra historia. Detrás de esta maniobra, se perfilan esas poderosas fuerzas ocultas que a menudo trabajan en la sombra, entre ellas el imperialismo estadounidense. También operan en Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador y otros países de América Latina y el Caribe con el fin de revertir el cambio geopolítico del continente marcado por el rechazo al ALCA, la creación de la CELAC- Comunidad de los países de América Latina y el Caribe, la UNASUR- Unión de Naciones Suramericanas y el ALBA -Alianza de los pueblos, con el fin de restaurar su hegemonía. Los responsables del golpe político, dirigido por el PSDB (partido de derecha), tienen un fuerte apoyo en los sectores del poder judicial y el poder de la Policía Federal, junto con la complicidad descarada de los medios de comunicación bajo la dirección de la emisora ​​Globo,  descendiente  maligno del régimen militar. Bajo la bandera de un moralismo falso y actuando como “hacedores  de justicia” en el marco de la Constitución, pisoteando los derechos fundamentales, los actores pro  golpe han transformado la operación lavajato (investigación de Petrobras) en un instrumento para la destrucción del PT (Partido de los Trabajadores), con el fin de derrocar al gobierno de Dilma, humillar y si posible detener al ex presidente Lula, que hace unos días fue víctima de una detención manu militari ilegal y autoritaria. Uno debe ser consciente de que el objetivo no sólo es Lula y Dilma, pero la nación, cuya soberanía ya está siendo comprometida por los que apoyan el golpe (como lo indica el proyecto de Serra  de privatización del depósito de pre-sal ). Los movimientos brasileños de clase obrera y los sindicatos son y sin duda serán las principales víctimas de la arremetida reaccionaria. Recordando que en el Congreso Nacional, 55 propuestas de ley amenazan los derechos sociales. Las fuerzas conservadoras que quieren el golpe son las mismas que en el pasado conspiraron y actuaron para llevar al Presidente Vargas al suicidio, depostaron al  presidente Goulart e instalaron un régimen militar en nuestro país. En aquel momento, como ahora, tuvieron el apoyo del gobierno de Estados Unidos. En este momento nuestro mayor desafío consiste en iluminar la conciencia de la gente con la realidad más profunda de los hechos, lo que está lejos de ser coincidente con las apariencias, explotadas y manipuladas por los medios capitalistas. Los golpistas tienen formas infinitamente más poderosos que nosotros para difundir sus mentiras y medias verdades. Es imperativo para intensificar la campaña de sensibilización y movilización de la clase obrera sobre la base de nuestros sindicatos, para aclarar al pueblo brasileño sobre los verdaderos intereses y actores involucrados en el juego político, denunciar y desenmascarar las mentiras de los medios de comunicación burgueses y ganar la batalla de la calle, que se convirtió en un escenario decisivo de la lucha de clases. Ja llegado la hora de la movilización total contra la retrocesión y el golpe de Estado, en defensa de la democracia, la soberanía nacional y el reconocimiento del trabajo.