Discurso de Pampis Kyritsis, Secretario General de P.E.O. Vicepresidente de la FSM, Reunión del Comité Ejecutivo de la UITBB 19 de octubre de 2018, Larnaca, Chipre.
Estimados compañeros:
Es muy grato darles la bienvenida en nombre del Consejo General de nuestra confederación sindical P.E.O., que está presente en su totalidad hoy día, en esta Reunión del Comité Ejecutivo de la UITBB en Chipre. Deseamos que vuestra estadía sea placentera y creativa.
Saludamos el hecho que este encuentro se celebre en nuestro país y quisiéramos extender nuestros agradecimientos a la UITBB por su apoyo y solidaridad de larga data hacia la lucha del pueblo chipriota y en favor de la resolución del problema de Chipre.
En esta era, las riquezas producidas pueden dar sustento a la población del planeta muchas veces, sin embargo vemos a millones de seres humanos desnutridos y a cientos de miles de niños muriendo de inanición y enfermedades curables, mientras se propagan las guerras e intervenciones militares imperialistas con la finalidad de alcanzar el control político y económico.
Nosotros, en Chipre, conocemos bien los resultados desastrosos de las maniobras imperialistas, porque hemos experimentado la guerra y la destrucción de primera mano.
Por ello es que nuestra máxima prioridad se concentra en los esfuerzos para resolver la Cuestión Chipriota y reunificar la isla sin vigilancia ni presencia militar extranjera.
Durante 15 meses, después del colapso de las conversaciones de Crans-Montana, la Cuestión Chipriota ha permanecido en un estancamiento estéril y peligroso.
Para los ciudadanos progresistas de nuestra tierra, la solución del problema chipriota sigue siendo una necesidad vital. Ningún logro puede ser estable y permanente, mientras nuestro país siga dividido. Estamos concentrados invariablemente en la meta que ha sido acordada al más alto nivel entre las dos comunidades y refrendadas por las resoluciones de la ONU, es decir, en favor de una Federación bi-zonal, bi-comunal, con igualdad política de acuerdo a la definición estipulada en los documentos de la ONU, en favor de un Estado con soberanía única, una personalidad internacional única y una ciudadanía única, libre de la presencia militar extranjera, ajena a alianzas militares, actuando como un puente para la paz y la seguridad en el área.
Estamos trabajando consecuentemente con las organizaciones sindicales turco-chipriotas con orientación de clase en favor de la coexistencia pacífica dentro de una federación reunida y segura.
Insistimos que las negociaciones deben reiniciarse a partir del punto en que éstas fueron suspendidas y que, en el marco establecido por el Secretario General de la ONU, los líderes de ambas comunidades deberían trabajar creativamente y sistemáticamente rumbo al encuentro de una solución.
Compañeros:
En lo concerniente a la situación económica y social en Chipre, no creo que ésta sea muy diferente de la situación en la mayoría de los países de Europa y del resto del mundo. La filosofía y las políticas generales económicas y sociales que son aplicadas por nuestro gobierno, siguen los alineamientos de las políticas neoliberales durísimas de la UE y el FMI. Dichas políticas, mediante el proceso de gestión de la crisis capitalista, han llevado al empeoramiento de las condiciones de vida de la vasta mayoría de nuestro pueblo y a la distribución provocadora de la riqueza en beneficio de unos pocos.
En nombre de las así denominadas “racionalización” y reformas neoliberales, han conseguido destruir avances sociales importantes tales como el movimiento cooperativista, mientras que otros sectores, como la Autoridad para las Telecomunicaciones de Chipre y la Autoridad para la Energía Eléctrica de Chipre, están en el colimador, a la vez que el Estado social que fue edificado con el sacrificio de la población, ha sido prácticamente desmantelado.
La tasa de crecimiento de la economía puede mostrar ciertos visos positivos desde su derrumbe en 2014, pero ella en sí misma no es un indicativo del progreso social.
Progreso significa desarrollo y distribución equitativa de sus resultados.
El movimiento sindical se moviliza en favor del restablecimiento de los derechos que fueron lesionados durante lo más álgido de la crisis de 2013. Hemos conseguido este objetivo, parcial o plenamente, con casi todos los convenios colectivos que fueron renovados en los años recientes.
Sin embargo, la ampliación de las desigualdades sociales en las condiciones actuales no está siendo atendida satisfactoriamente en los acuerdos de renovación de los convenios colectivos ya existentes.
El temor y la inseguridad de los trabajadores frente al desempleo y el claro desplazamiento de las posiciones de poder hacia los empleadores han tenido como resultado una multiplicación de las posibilidades de explotación de los trabajadores, mediante la desreglamentación del trabajo y el socavamiento del movimiento sindical y de la aplicación de los convenios colectivos.
Es por ello que la prioridad de nuestra organización (P.E.O.) en estos momentos es la obligación de que el Estado adopte medidas legales para que los convenios colectivos pasen de la etapa de redacción a la de realización por todas partes involucradas. Para aquellos trabajadores quienes, por variadas razones, no están cubiertos por los convenios colectivos, estamos pidiendo la creación de un marco mínimo de derechos laborales, a través de una negociación colectiva institucionalizada que a lo menos se haga cargo de los temas, salariales, jornadas laborales y tiempo extra, vacaciones y un fondo de bienestar.
El gobierno y la dirección de la asociación patronal, como era de esperar, rehúsan aceptar las realidades que no sean de su conveniencia; y ahora echan mano a la libertad de negociación y las negociaciones colectivas sin ataduras.
Cuando los trabajadores del sector público, que ellos denominan privilegiados, deciden movilizarse para exigir o proteger sus propios derechos, los patrones de pronto recuerdan que hay trabajadores “pobres” en el sector privado con bajos salarios y así tratan de chantajear.
Cuando empiezan a fomentar las privatizaciones, “racionalizaciones” u otras prácticas neoliberales, no tienen escrúpulos en utilizar a los trabajadores del sector privado. No nos equivoquemos, lo que verdaderamente se proponen es dividir a los trabajadores; lanzan al sector privado contra el sector público, a los cesantes contra los que tienen empleo y a los que no están organizados y que nada poseen contra los que se han organizado y que cuentan con un convenio que luchan por preservar.
Compañeros:
En mi calidad de ser uno de los Vicepresidentes de la FSM, cumplo con trasladar a vuestra reunión los saludos cálidos, colegiados y militantes del Consejo Presidencial.
Resulta obvio que en las condiciones actuales, las luchas clasistas de los trabajadores son el factor más decisivo para defender los derechos laborales y sociales, en contra de las políticas del capital y las empresas multinacionales. Debe ocupar un sitial muy alto entre las prioridades la expresión de solidaridad con las luchas de los trabajadores.
La FSM mantiene una posición firme contra las guerras e intervenciones y defiende los derechos de los pueblos a decidir su propio destino y futuro. LA FSM expresa su solidaridad y respalda a los pueblos que luchan por la paz y la libertad. Aboga por los derechos de los trabajadores y resiste los ataques del capital y de los monopolios.
Todos luchamos por un mundo mejor sin injusticias y libre de la explotación de unos seres humanos por otros.
El robustecimiento de la FSM y el aumento de su influencia amplían indudablemente su alineamiento clasista en el seno del movimiento sindical, refuerza su espíritu combativo y su firmeza en una época cuando los ataques contra los derechos laborales, sociales y políticos de los trabajadores se acrecientan, se agudizan y devienen multifacéticos.
En nuestra organización nacional, P.E.O., estamos creemos profundamente en la solidaridad internacional y el internacionalismo, en el apoyo mutuo y en la mundialización de nuestras luchas, en contra de la globalización capitalista y de los monopolios multinacionales.